lunes, diciembre 20, 2004

RITUAL DE LO NO HABITUAL.


Bueno, has tenido ya una semana para conseguir tus utensilios, para pensar en como te quieres presentar, para conocerte y para romper con aquellas reglas estúpidas que embarcadas en una doble moral te impiden ser honesto contigo mismo, pero sobre todo… has tenido una semana para decidir si lo quieres hacer o no, eso es lo más importante, por que tengo que repetirlo SI LO HACES ES SOLO POR QUE TU QUIERES HACERLO y el mundo no se terminara si no lo haces.
Recuerda que todo tiene un orden, ahora sigue el paso, el más importante antes de iniciar el ritual es la honestidad ante ti y ante el poder que vas a invocar. Primero, tienes que estar seguro de que existe un poder superior al que entregaras tu alma.
Segundo ese poder superior no te obedecerá, mas bien tú tienes que obedecerlo.
Tercero, cuando te arrepientas concientemente o reniegues de tus acciones, perderás todo aquello que consigas por esta acción, aun así, el tiempo en que tengas que entregar tu parte del trato será decidido por el poder superior al que has invocado, de igual manera entregaras tu parte al renegar de aquel poder.

Como se que algunos ya empezaron a temer, lo mencionare una vez mas, LOS RESULTADOS DE ESTE RITUAL SON UNICA Y EXCLUSIVAMENTE
RESPONSABILIDAD DE TU PERSONA, los lloriqueos en mi contra son solo un desperdicio de tiempo, no escribas a mi dirección electrónica por que no tendrás respuesta, si quieres saber si funciona o no, experiméntalo, si no lo quieres hacer, quédate con la duda.
Si estas decidido y ya tienes todo, adelante, las siguientes líneas te están esperando.

EL RITUAL
Entra a la estancia, donde hiciste tu altar,enciende la vela con un fósforo y
haz sonar la campana nueve veces. Si no tienes campana, reemplazala con una copa de cristal y una cuchara de plata. Puedes tomar la posición que desees y concentrarte tanto tiempo como creas necesario para aislarte del mundo y estar en el aquí y el ahora para el poder que estás a punto de invocar.
Comienzas con la Invocación
"In Nomine Dei Nostri Satanas Luciferi Excelsi!"
En el nombre de Satán, Señor de la Tierra, Rey del Mundo, ordeno a las fuerzas de la oscuridad que viertan su poder Infernal sobre mí! Abrid las puertas del Infierno de par en par y salid del abismo para recibirme como su hermano (hermana) y amigo!
Concedédme las indulgencias de las que hablo!
He tomado tu nombre para que haga parte mía! Vivo como las bestias del campo, regocijándome en la vida carnal! Favorezco al justo y maldigo lo podrido!
Por todos los Dioses del Averno, ordeno que lo que digo ha de suceder!
Salid y responded a vuestros nombres, manifestando mis deseos!
Oh, escuchad los nombres!
[volteas hacia el sur]
Satan!
[volteas hacia el este]
Lucifer!
[volteas hacia el norte]
Belial!
[volteas hacia el oeste]
Leviatán!
Los Cuatro príncipes de la Corona del Infierno corresponden respectivamente a los elementos de fuego, aire, tierra y agua. Puedes saludarlos personalmente o expresar tu afiliación con los elementos respectivos. Si utilizas una daga o espada, señalas hacia los cuatro puntos cardinales, como si fuese una extensión de ti mismo.)
A continuación sigue tu parte, la razón por la cual estás ahí. Lo que sigue a continuación es, una vez más, nada más que un ejemplo. Puedes quedate de pie, o sentarte en el suelo, como mejor te parezca. Tu y Satán tienen todo el tiempo del mundo. Por lo tanto, tómate ese tiempo para exponer lo más profundo que hay en ti, y expresar tus pensamientos y sentimientos. No te guardes nada. Si notas la más mínima señal de miedo inherente a lo que estás haciendo, expresa ese temor y tu deseo de librarte de él. Sé honesto en todos los aspectos. No puedes y no necesitas engañar a los Poderes de la Oscuridad.
"Poderoso Satán, antiguo Señor del Mundo, esta noche estoy ante Ti para declarar y confirmar mi alianza contigo. Verdaderamente he tomado Tu nombre como parte de mí mismo. Siempre ha sido así, pero he vivido mucho tiempo ignorante de mi naturaleza. Estoy agradecido de saber quién y qué es lo que soy. Estoy orgulloso de llamarme Satanista!
Poderoso Satán, estoy ante Ti con todo lo que tengo. Te ofrezco mis dones y aptitudes, mis talentos y capacidades, mis habilidades, mi vida. (nombra tus talentos y lo que quieras, y puedas, ofrecer en el nombre de Satán). Y aún así no tengo nada que ofrecer que no haya sido Tuyo desde el principio, sólo con esta diferencia, que ahora soy consciente de Ti.
Gracias por la paciencia que has tenido conmigo hasta ahora, estuve alejado todo el tiempo.
Arrojo de mí todas las mentiras y los falsos dioses en los cuales creí alguna vez y te pido que Me muestres la verdad, Abre mis ojos, Satán, mis oídos, mi boca, mi corazón y mi cerebro, y usa lo que tengo para beneficio de Tu mundo. Dame el coraje y la fuerza para representarte y no me dejes inclinar otra vez a los valores del rebaño y los pecados heredados. Dame inteligencia y razón Satánicas. Enséñame cómo vivir en la plenitud de la carne, disfrutando todo lo que es Tuyo. Guíame, oh Satán, al Sendero Siniestro. Quédate conmigo en todo lo que haga. Abre las puertas de la magia y enséñame la Sabiduría Antigua.
Te agradezco por llamarme. Te agradezco por ser digno de Tu presencia. Todos mis días hasta el último que me quede, buscaré trabajar por la perfección de mi relación y mis lazos contigo.
Shemhamforash!
Salve Satán!
Salve Lucifer!
Salve Belial!
Salve Leviatán!
Salve, todos los espíritus con nombre o sin nombre, de las profundidades del Abismo, que están conmigo."
Si quieres, puedes leer una Clave Enoquiana (las encontarás en "La Biblia Satánica" por Anton Szandor LaVey). Haz la invocación con ganas, con todo tu corazón y toda tu alma. Siente los efectos del sonido que hay en ti y en el espacio que te rodea, y disfrútalo; ésta es tu realidad más profunda!
Para éste ritual te resultarán muy útiles la Segunda y la Decimoctava de las Claves Enoquianas.
Ahora guarda silencio por el tiempo que creas conveniente; porque ahora estarás en presencia de Satán!
Por último, concluye tu ritual con las palabras:
"Así será"
...y de la misma forma que iniciaste, puedes agradecer y despedir las Fuerzas que evocaste, dirigiéndote a cada punto cardinal, desde el oeste hasta el sur, expresando tu gratitud y apreciación personales a cada punto.
Extingue la llama de la vela y abandona la estancia. Toma un descanso antes de volver a tu estado inicial.

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