DETENER EL TIEMPO.

Los años pasan sin que se pueda detener el tiempo, cuando nos sentamos a ver, a oir, a respirar, cada minuto nos hacemos más, pero más viejos, no importa ningún comentario sobre lo joven que te puedas sentir cuando tu cuerpo no reacciona más al comportamiento al que estabas acostumbrado, dejar de comer algunas cosas, dejar de sentir algunas otras…
Simplemente se pasa del olvido al “Ya no me interesa” .
La mujer de lo pelos rojos tenía toda la razón.

JUDÍO ERRANTE.

Personaje legendario, condenado a la inmortalidad y al movimiento sin descanso, y que, según cuenta la tradición, no posee nunca más de cinco monedas de cobre de que disponer a la vez, pero que encuentra siempre esta mezquina suma en su bolsillo. La leyenda del Judío Errante no se halla en los Evangelios apócrifos, ni en los escritos de los Padres de la Iglesia. Sospechan muchos que se formó en Constantinopla en el siglo IV, época del descubrimiento de la verdadera cruz. De ella se conocen dos versiones principales: la de Oriente, citada en el siglo XIII por Mateo de París, monje de San Albano, que llama al Judío Errante Cartaphilus y le hace portero de Poncio Pilatos; y la de Occidente, más antigua en Europa que la primera, que le da el nombre de Ahseverus y dice que éste ejercía el oficio de zapatero en Jerusalén. Cuéntase, según esta última, que cuando Jesús, llevando sobre sus hombros el madero de la cruz, pasó por delante del taller de Ahseverus, los soldados que conducían a la víctima al Calvario, movidos a piedad, rogaron al artesano que lo dejara descansar algunos instantes en el zaguán de su casa. Ahseverus o Ahsevero no accedió a su súplica, y dirigiéndose a Jesús le [251] dijo: «¡Anda!» «También tú andarás,» le respondió con dulzura el sublime mártir; «recorrerás toda la Tierra hasta la consumación de los siglos, y cuando tu planta fatigada quiera detenerse, esa terrible palabra que has pronunciado te obligará a ponerte en marcha de nuevo.» Desde el día siguiente, Ahseverus, movido por una fuerza sobrenatural, debió, para cumplir el decreto divino, comenzar su interminable viaje.

TODO QUEMADO.

Holocausto ("todo quemado", del griego oλoσ (olos): "todo" y el verbo καυσoω, (kausoo): "quemar".
Los griegos sacrificaban a sus dioses un animal en un altar. La ceremonia consistía en reservar para los dioses las entrañas, la grasa, los huesos, y algunos trozos de carne. El resto se comía en un gran banquete. A veces no ocurría así sino que se consumía en el fuego todo el animal, sin reservar nada, como ofrenda a la divinidad y como un fervor mayor. A esto último se llamaba holocaustos (‘todo quemado’).

TRES.

Santo, Santo, Santo.
Se repite tres veces, tratando de relacionarlo con la trinidad, padre, hijo y espíritu santo.
La gracia de los números resulta de alguna manera, signo de tres cosas importantes, la numerología en la fecha de nacimiento de una persona busca encontrar la estabilidad que se pueda crear con los números que le corresponden.
Hay solo dos números que conectan con Dios.
El 3, que por gracia divida representa a las entidades supremas y el 7 que representa la perfección, parando de esos dos números, podemos encontrar como existe una ruptura con la obra divina de Dios.
Sumemos pues:
Alguien nace el 12 de diciembre de 1956.
El nace el 12 del 12 de 1956, que sumado sería así 1+2+1+2+1+9+5+6=27, como 27 es una cifra de dos número tenemos que seguir sumando, en este caso 2+7=9
Nueve es la cifra final de la fecha de nacimiento, lo que por ende significaría que esa persona no tiene armonía y generalmente pasa por sobre los designios predicados a Dios.
Creer en está numerología podría ser tanto como creer que el cráneo de una persona determinar su profesión.
Aun así, hay quien la sigue utilizando.