BAILE DE MASCARAS.

Muchas veces había escuchado hablar sobre las transformaciones que sufren algunas personas al disfrazarse, pocas veces me había detenido a pensar sobre lo que eso significa.
Poco a poco pude darme cuenta de que hay un trasfondo en lo que escondemos, cierto es y siempre esta presente, no es siempre nuestra identidad, no siempre somos quienes creemos ser, muchas veces somos solo el reflejo de lo que creemos que somos, no hay nadie que pueda decirse totalmente transparente, desde el atuendo que nos ponemos por las mañanas, hasta el atuendo que usamos para dormir, para ir a una reunión, o para una celebración, siempre es un disfraz, nadie es como realmente es para si mismo.
Y antes había mencionado como entre más conoces a alguien más partes te empiezan a desagradar….
¿Será ese el mismo caso? ¿Es posible que vivamos en un constante cambio de identidad?
Es probable que siempre que lo hacemos sea sin ese objetivo, pero al final terminamos como la muñeca rosa de las mil personalidades y modelos, siempre somos diferentes dependiendo la ocasión.
Esto no se trata de un valor moral o de hipocresía, más bien, de cómo nos desarrollamos dentro de nuestro circulo social, siempre con mascaras ante los demás y en algunos casos frente a nosotros mismo, es quizás por eso que siempre hay que desconfiar de aquellos que dicen conocerse perfectamente a ellos mismos. Y es por esa misma razón que no puedes decir que conoces a la perfección a una persona que en cualquier momento puede darte una sorpresa con sus reacciones o comportamiento.
¿Es posible saber cuando no usamos esa mascara?
La verdad es que dudo mucho que yo pueda contestar esa pregunta, y es más claro que un cristal…
yo escribo como Necrozone.

SIEMPRE ES ASÍ.

Para el final del año…
Cuando conoces a una persona y te agrada, mientras más hablas con ella vas encontrando partes que no te agradan…
siempre es así.

Que más puede quedar.

PALABRAS.

No ha pasado nada que no se pueda ocultar…
al final lo único que seguimos teniendo son palabras.