martes, julio 22, 2008

La peste

Del llanto de su madre se supo la amarga noticia.
El mundo se detuvo, las personas callaron sus alabanzas; las sonrisas se perdieron en sus rostros, los perros empezaron a ladrar.
La peste había regresado al pueblo.
Las mujeres escondieron a sus hijos, los hombres arrearon al ganado. Los más aventurados le miraron de manera retadora, pero la peste nunca noto su presencia.
Su camino termino en el atrio de la iglesia, se acerco al marco de la puerta y se sentó junto a ella.
El sacerdote le miro con asco.
Nadie expreso su repudio, sabían que era hora de migrar, de dejar todo en el pasado y no mirar atrás. Por que atrás estaba la peste.