jueves, diciembre 30, 2004

LAZOS DE SANGRE.


A Jessica la conocí en la escuela secundaría, era una mujer inteligente, con una cualidad extraña para su inteligencia, era muy simpática; lastima que era presa fácil de los consejos que sus amigos le proporcionaban. Nos conocimos mejor 6 años más tarde, cuando yo inicie una carrera universitaria y solíamos compartir el primer café de la mañana que ella siempre preparaba antes de salir de su casa, solo la veía unos dos días a la semana camino a la universidad.
Hablábamos de todo, menos de pasado, de cómo nos conocimos y mucho menos de aquellas malas amistades con las que ella siempre había convivido.
En nuestra ultima charla me hizo notar que nos llevábamos muy bien, y que la comunicación que existía entre nosotros era mas que buena, el hecho de compartir el café, el transporte y algún aperitivo adicional que pocas veces solía cargar en mi mochila, le habían hecho tener un sueño en que yo le rescataba de una caída en el puente que esta frente a la estación de autobuses donde nos encontrábamos por las mañanas.
Ella siguió contándome su sueño, luego, tomamos el café, me confeso que su novio le había abandonado por otra persona (que extraño, eso no suele suceder), acto seguido me dijo, en ese sueño tu y yo éramos más que amigos.
Me desternille de las carcajadas provocadas por el comentario final de su sueño, nos quedamos de ver al día siguiente.
Antes de retirarnos, me abrazo y me dio una nota en la cual me agradecía todo lo que según ella había hecho por ayudarla en todo ese tiempo. Me miro como nunca me había visto y me dijo…eres demasiado especial y yo soy demasiado nociva, en ese momento no entendí nada.
Por la mañana me levante, hice todas mis actividades cotidianas antes de salir de casa como cada mañana, cargue mi I POD, le puse nuevas rolas que me había robado de la Internet la noche anterior y salí de casa.
Todo era normal, camine hasta el puente, lo cruce y me senté a esperar a Jessica como habíamos quedado.
A lo lejos pude distinguir su silueta, me di cuenta de que no cargaba su mochila, se detuvo en el puente, como si pensara algo, rápidamente subió las escaleras, en ese momento empezó Black Dog de Lead Zeppellin. Después de eso todo fue como en cámara lenta.
Me miro, se detuvo y sonrió mientras me saludaba, sonreí, empezó a subir la barda del puente y se lanzo al tráfico de la mañana que pasaba bajo el puente.
No pude ver quien fue, no pude distinguir el vehículo pues cuando me di cuenta, estaba bajando las escaleras del puente para cruzar al lado donde estaba el cuerpo de Jessica.
Pude pasar a verla, estaba bañada en sangre y con la cara al suelo, alcance a escuchar como decía mi nombre, le tome la mano y le dije, aquí estoy.
Lo lograste, paso lo mismo que en mi sueño, tu me salvaste, tu confías en mi, sabia que tu si confiarías en mi , no supe a que se refería, el tiempo paso y poco a poco pude sentir como su mano se ponía fría, me quede junto a ella hasta que llegaron sus familiares, al verme junto al cuerpo de Jessica, uno de ellos dijo, ni muerta se le quita lo puta, por eso la mandaron a la chingada, por eso nadie la quería.
Me levante, me pregunto si la conocía y le dije que no, miro a la mujer que lo acompañaba y le dijo, ya ves…
Camine al puente, mire la escena desde el punto donde ella se había lanzado, note que en el piso estaba el café con un sobre que tenia mi nombre, era una carta en la que detallaba las razones de su suicidio, fue entonces que entendí lo que me dijo, fue entonces que supe que no quería tener un hijo de su propio hermano, y fue entonces que entendí que nunca me había hablado de su novio como una persona ajena a su familia, por que realmente siempre hablaba de su hermano, del amor a su hermano.
Fue en ese momento que me dirigí a la universidad como siempre, al regresar no paso nada, al siguiente mes nadie se acordaba del incidente, y yo lo recorde 10 meses después, cuando encontré la carta al limpiar mi cuarto mientras sonaba Black Dog en la computadora.

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