lunes, febrero 07, 2005

DE DIOS Y NO DEL DIABLO.


Hace algún tiempo, se empezó a hablar del papa negro, aquel que llegara a la iglesia de Dios y se hará pasar por vicario de Dios en la tierra para cubrir al anticristo e iniciar así el Apocalipsis.
Bueno, eso podría ser cierto de no ser por que las diferentes nuevas religiones y los neocristianos refugiados de grupos de ayuda personal han mal interpretado los textos bíblicos tomándolo solo la conveniencia, al mismo tiempo que crean mitos y explicaciones basadas en su ignorancia y empirismo, que la mayor parte de las veces hace de consejera a quienes buscan una salida fácil a sus problemas.
Esto en base al hecho de que en la Biblia nunca se habla de un papa negro, más bien se habla de la bestia, el dragón y el falso profeta , hace falta revisar el Apocalipsis para poder entender esta triada y darse cuenta de que nunca se habla de un supuesto encubrimiento desde aquellos que representan a Dios.
Bueno, como muchos sabemos, el Papa negro es Antón Szandor Lavey fundador de la Iglesia de Satanás.
Pero hay un detalle que casi nunca se menciona dentro de las instituciones religiosas lejos de la interpretación de los acontecimientos bíblicos.
Veamos, ¿Qué tienen en común los siguientes Papas? Inocentio III que reinó de 1179-1180, y Benedicto XIV de 1425
Bueno, ambos no se encuentran en la clasificación oficial del vaticano, y mucho menos en la hecha por San Malaquías.
¿Alguien sabe porque?

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