Nunca.
Una simple palabra que duele, que alegra, que desespera, que corrompe.
Que duele en los huesos.
Que destruye el mundo.
Que desfigura las caras.
Que se resiste a no existir.
Pero que todos los días existe.
Así pasa el tiempo…con palabras, con sueño…con un maldito invasor que me come la carne y destruye mis entrañas.
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