viernes, marzo 11, 2005

UN POCO DE MIEDO.


Tenía mucho miedo cuando puso aquel cañón sobre mi sien mientras me decía..
-hasta aquí llegaste desgraciado… te dijimos que no sabias con quien te estabas poniendo.
-No se de que me hablas…
-Sabes bien de quien te hablo, o le bajas o los dos se van a la mierda
-No se de que me hablas…
-Deja de hacerte la palomita y párale, por que esta es la segunda advertencia…
-No se de que me hablas…
Acto seguido corto cartucho y me encañono una vez más…
-Voy a contar hasta tres y si no me dices que le vas a parar te disparo.
-No se de que me hablas…
-Uno
-No se de que me hablas…
-Dos
- No se de que me hablas…
-Tres
-No se de que me hablas…
Pude oír como presionaba el gatillo, lo único que pude hacer es quedarme quieto, apreté los ojos y pensé…por un momento, en todos, en mis más apegados seres, sonrisas y llantos, alegrías y tristezas, pensé, no voy a poder terminar lo que empecé. Pero en lugar de una detonación solo escuche risas, de las cuales pude distinguir dos, dos risas, y le dije.
-Acabas de cometer el peor error de tu vida, ya se quienes son, o ¿no? (reí como cuando me han dicho que doy miedo, como cuando gozo con la pena de alguien, como cuando se algo que me puede ayudar), tengan miedo, por que ya se quienes son dos de ustedes, se quienes son por sus risas, y como siempre, yo se mas de ustedes que ustedes de mi.
El silencio de sus vidas se rompió cuando el homosexual al que había reconocido empezó a llorar…
-Acuérdate, tu el que esta llorando, se donde vives, tengo tus dos números, la dirección de tu trabajo, ¿que vas a hacer?
Se lanzo sobre mí…
-¡Todo esto es tu culpa!, ¡te voy a matar!, ¡te voy a matar!
Lo detuvieron, se dieron cuenta de que ya sabía quienes eran, me levantaron mientras reía, les dije, que no se salvarían de lo que estaba por pasarles, que ya sabia quienes eran, todos se preocuparon más, y como la primera vez me arrojaron del vehículo en movimiento.
Una vez que pude ponerme en pie con la ayuda de algunas personas, tenía miedo, miedo de que en aquella ocasión la bala hubiera atravesado mi cráneo y no hubiera completado mi misión.
Ha pasado casi un año y aun no les he hecho nada …
A uno de ellos lo encontré en noviembre de frente, cara a cara, se puso blanco, y cambio su ruta a toda prisa, busco un policía y séle acerco, fingí no haberlo visto.
En el fondo, se que es mejor vivir con miedo, con ese miedo que les provoque cuando les reconocí, un miedo infinitamente mas grande que el que ellos me provocaron fugazmente en aquella ocasión.
.

No hay comentarios.: